jueves, 13 de octubre de 2011

Provocador hasta el final. Salió de su tierra para volver muchos años después a cerrar el círculo... Buscó la MUJER, el sexo, su particular concepto del amor, blanco y negro, fotografía, sexo de nuevo y las mismísimas puertas del cielo, June Browne. Él, Helmut







sábado, 8 de octubre de 2011






Mi mente era un caos a la que no paraban de llegar ideas, a todas horas, en todo momento. Caos y orden. A eso se le suma el valor de la belleza...

Por eso lo del urbanismo. Por eso lo de la moda.

viernes, 7 de octubre de 2011


Cada persona tiene su propio concepto de la felicidad. Estar en pareja, tener hijos... Estar y vivir siempre soltero, que no sólo. Viajar o no viajar, gastar el dinero en esto o en aquello. Formas de vida. Simplemente.

Ni mejor ni peor, simplemente cada uno elige la suya. Lo importante es estar conforme con la opción que escojas, que elijas lo que elijas estés satisfecho. Eso se advierte en la alegría o amargura que desprendes. Satisfacción o insatisfacción.

En la moda sucede algo parecido a la vida. No hay nada que sea lo mejor o lo peor. Al final da igual lo que te recomienden, lo que te vendan. Si eres lo suficientemente sabio, sabrás que en la vida existe la posibilidad de elegir, y espero que no seas tan cerril como para pensar que sólo hay una opción válida o buena. En la moda no existe una moda. Cada uno elige lo que le va, le gusta, lo que le parece genial.

Y aquí, lo que en la vida era una sonrisa o amargura, se traduce en actitud. Si llevas lo que has elegido y estas conforme con ello, vas con actitud.

Caminas unos centímetros por encima de ras de suelo, el viento aligera tu pelo y el mundo rota sobre si mismo pensando en ti. Porque eres TÚ. Has elegido y suceda lo que suceda fuera, tu estás bien. Eso es todo. Eso es vivir. Como la vida misma.






*En la primera imagen, maravilloso vestido de Elie Saab. En la segunda Adriana.

domingo, 2 de octubre de 2011

El mundo sigue.



El mundo sigue girando, pase lo que pase, te caigas al retorcerse el pie o salgas con la luz estelar de las personas especiales.

No importa lo que hagas o lo que lleves dentro, debes seguir caminando. Tu ropa es tu máscara, tus tacones son tu alza, tu cara es el gesto. Y ahí está todo, de eso depende lo que tienes, lo que eres.

Ayer se cerró el círculo. Estaba asustada, no sabía que me esperaba, que se me vendría encima. Lo admito: tenía miedo.

Y es que además la vida nunca suele jugar a mi favor, o por lo menos yo soy muy pesimista y encima de que no veo las oportunidades cuando las tengo delante, antes de que lleguen no tengo muchas esperanzas sobre ellas. Pero llegó.

Cada jugador se puso en una parte del ring, las cartas estaban sobre la mesa, los dados habían sido echados. Ya daba igual todo, era lo que había ahí. No había lugar a la improvisación ni a la mejora. Vieras lo que vieras enfrente tuy, tendrías que jugar con lo que llevabas, con lo que había, no podías ir y cambiarte, no podías cambiar el lugar ni los gestos con los demás, no podías cambiar tu actitud. Tan sólo actuar, pensar rápido, actuar despacio, sin que se note la premeditación si la hubiera, cuando las cosas peor van es cuando hay que sacar ALGO, si lo hay.

Yo esto lo tenía claro y había dejado el resto en manos de la suerte.

Yo siempre pienso en eso de amor-motor. Sí, el amor como un motor. Y empiezo a pensar que la moda es actitud. Moda-actitud. Te la da, te la quita, pero al final, o mejor dicho, al principio, eres tú el que la crea, y el que la lleva.

Y el mundo sigue girando, y tú eres quien anda sobre él.